Atar y Desatar PART.7
Cómo Ministrar Liberación
Hemos llegado a la parte más importante de
este libro, que es cómo ministrar liberación a las personas.
Es aquí donde debemos aplicar todo lo que hemos aprendido
.
Hoy día, se usan diferentes métodos y
técnicas, pero siempre es importante depender de la guianza del Espíritu Santo
de Dios.
Antes de estudiar los pasos de liberación,
veamos algunos obstáculos por los que muchas personas no pueden recibir su
liberación.
Obstáculos que impiden recibir liberación:
La mayor parte de las personas a las que les
hemos ministrado liberación, la han recibido, pero no todas. ¿Por qué? Porque
hay obstáculos que lo impiden, y éstos son algunos:
1. Falta de arrepentimiento. Cuando no hay un reconocimiento ni un dolor
genuino por haber ofendido a Dios, difícilmente se sentirá el deseo de cambiar;
por lo tanto, Dios no puede obrar. Sin embargo, si existe un verdadero
arrepentimiento el Espíritu Santo podrá obrar y habrá un cambio de dirección,
tanto en la mente como en el
corazón. La vida de esta persona dará un giro
de 180 grados. Jesús dijo: «arrepentios y creed». Marcos 1.15. Nadie puede creer si antes no se ha arrepentido.
1.
Falta de desesperación por su situación y el
deseo de cambiar.
2.
La persona tiene que sentirse hastiada de su situación, a
tal grado, que llegue a aborrecer el estado en que vive. El temor de Dios tiene
que llenar su corazón.
No se trata solamente de no estar de acuerdo con su propio pecado o fracaso, sino más bien, de odiarlo. Hasta que no lleguemos a odiar eso que nos ata, Dios no nos podrá liberar. La duración de la ministración es diferente para cada persona.
He orado por personas una sola vez y quedan libres, mientras que con otros toma más tiempo. La liberación es para las personas que están desesperadas y que tienen el deseo real de ser libres.
No se trata solamente de no estar de acuerdo con su propio pecado o fracaso, sino más bien, de odiarlo. Hasta que no lleguemos a odiar eso que nos ata, Dios no nos podrá liberar. La duración de la ministración es diferente para cada persona.
He orado por personas una sola vez y quedan libres, mientras que con otros toma más tiempo. La liberación es para las personas que están desesperadas y que tienen el deseo real de ser libres.
3. Egoísmo
- deseo de atención. Algunas personas se sienten ignoradas y poco
importantes. En el fondo de su corazón, no desean ser libres, sino que lo que
realmente están buscando es llamar la atención de la gente constantemente. Si
llegasen a ser libres, no le darían la gloria a Dios.
4. No
confesar un pecado específico. Algunas veces, un pecado específico no
confesado deja la puerta abierta al enemigo, y mientras éste tenga un lugar en
nosotros, no se va a ir.
«La luz verdadera que alumbra a todo hombre
venía a este mundo». Juan 1.9
«...ni deis lugar al diablo». Efesios 4.27
5. Ser parte de una batalla mayor. Hay personas a las que el enemigo no quiere
soltar porque, en las manos de Dios, son piezas estratégicas para la bendición
de mucha gente. Si estas personas llegaran a experimentar liberación, por su
testimonio, serían un instrumento de salvación para la familia y para muchas
otras personas a su alrededor. Esto sucede, especialmente, cuando Dios tiene un
propósito grande con ellas.
6. La falta de perdón. Si una persona no logra perdonar en su
corazón, es imposible que Dios la libere. El perdonar es una parte tan esencial
en la liberación, que si eso no toma lugar, el resto tampoco podrá funcionar.
7. Incredulidad
y duda. Hay personas a las cuales les ministra liberación, pero en su
corazón, están dudando que realmente pueda suceder algo; no han tomado la obra
redentora de Jesús para sí. Recuerde que esto se recibe por fe.
8. Relación y alianzas con almas impías. Hay personas que buscan ser libres, pero
todavía están ligadas a relaciones ilícitas, y eso les impide recibir su
liberación. Por ejemplo, las personas que están viviendo en adulterio y
fornicación no pueden ser liberadas hasta que renuncien y abandonen totalmente
el pecado.
Obstáculos por los cuales algunos ministros
fallan al ministrar liberación:
• No son vasos limpios. Hay ministros tratando de impartir
liberación a otras personas, pero ellos a su vez, están pasando por el mismo
problema, y eso les impide poder liberarlas.
• No gozan de una vida devocional con Dios. Nótese lo que dice el libro de Mateo 17.21: «Este género no sale sino con oración y
ayuno». Para cierto rango de demonios, se necesita de más poder para echarlos
fuera. Esto requiere de más ayuno y oración. Definitivamente, no se puede
ministrar liberación sin tener tiempo de oración, estudio de la Palabra y una
total dependencia del Espíritu Santo.
• Falta
de compasión hacia las personas. Si al ministrar a una persona no se siente
compasión por ella y deseos fervientes de llevarla a la libertad, no se podrá
orar con la misma intensidad y compromiso, y es más difícil que pueda recibir
liberación.
• Usan técnicas inapropiadas. Algunos ministros tratan de ministrar
manipulando y controlando a la persona; en vez de hacerlo por medio de la guía
y voluntad del Espíritu Santo.
• Olvidan que la causa puede no ser espiritual. Las causas del problema, también pueden ser
de origen orgánico, tales como: mala nutrición, desequilibrio hormonal o daño
cerebral. Otra causa podría ser una obra de la carne, y no necesariamente una o p r e s i ó n satánica.
Lo que no se debe hacer en una liberación:
• No dé consejos como éste: "yo sé exactamente cómo se siente
usted, entréguele su carga al Señor". Si ellos realmente supieran rendirse
al Señor, no necesitarían de su ayuda.
• No trate de echar fuera todos los demonios en una sola
sesión. Aconsejo que una liberación no debe durar más de dos horas, de lo
contrario, usted se agotará y el aconsejado también.
• No se convierta en una muleta permanente.
Debemos enseñarle a las personas a practicar la autoliberación y a depender de
Dios, no de nosotros.
•Durante una ministración no es aconsejable
que el ministro esté solo con un miembro del sexo opuesto. Siempre trate de
trabajar con un compañero de oración.
• Sea cuidadoso con el contacto físico.
• No ministre cuando esté cansado.
¿Qué debemos hacer en la
liberación?
Toda persona que va a ministrar liberación
debe tener en cuenta lo siguiente:
• Someterse
a sí mismo a liberación primero. Recuerde que usted debe ser libre antes de
liberar a otros; y no solamente una vez, sino todas las veces que lo necesite.
• bautizados con
el Espíritu Santo. Esto nos ayudará a estar abiertos a las manifestaciones del Espíritu
Santo.
• Usar las armas que Dios ha dado. Revístase con la armadura espiritual.
«Vestios de toda la armadura de Dios, para
que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo...» Efesios 6.11
Conozca el poder del nombre de Jesús. Busque
y mantenga su unción y su autoridad. También, maneje con denuedo la palabra de
Dios, que es poder y espada de doble filo.
«2La palabra de Dios es viva, eficaz y más
cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el
espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón».
Hebreos 4.12
Pasos para ministrar liberación:
1. Asegurarse que la persona haya "nacido de
nuevo". Si la persona no es salva, debemos presentarle el plan de salvación y
llevarla a que reciba a Cristo en su vida. Si se le ministra liberación sin
cumplir con este requisito, la condición de esa persona vendrá a ser peor
porque Cristo no es su Señor.
2.Preparar a la persona. Debemos darle consejos importantes, tales
como:
•Debe
desear ser libre.
•Debe estar dispuesta a perdonar a aquellos,
cuyas ofensas son la causa de sus problemas. Si por el momento, esto le resulta
muy difícil de hacer a la persona, posponga la cita hasta que esté dispuesta a
perdonar.
•La persona debe hacer un compromiso serio de
dejar de pecar, de romper malos hábitos, y a veces, hasta de dejar algunas
amistades; es decir, hacer todo lo necesario para lograr sanarse.
•Debe prometer mantenerse cerca de Dios,
asistir a la iglesia, leer la Biblia y orar diariamente.
3.Usar el cuestionario. El cuestionario ayudará mucho para poder
ministrar al aconsejado efectivamente. Se le harán preguntas en cinco áreas de
su vida, cuyas respuestas le ayudarán a encontrar la raíz de los problemas al
no omitir nada. Por tal razón, es muy importante que la persona conteste todas
las preguntas.
4.Las áreas en las que se liberan las
personas son: el área emocional, mental, espiritual (de brujería y ocultismo),
sexual y otras.
5.Habrán
ciertos detalles que no estarán incluidos en el cuestionario; por tanto,
debemos escribir cada experiencia que el aconsejado nos cuente. En cada
área, debemos hacer una lista con los nombres de los espíritus que están
influenciando a la persona. Por ejemplo, si fue abusada sexualmente, los
espíritus que podrían estar influenciándola son los de: lujuria, adulterio,
fornicación, lascivia, sodomía y frigidez.
6.Guiar al arrepentimiento y al perdón. Una vez reunida toda la información acerca
de los problemas de la persona, procedemos a que se arrepienta y pida perdón al
Señor por los pecados cometidos. Si a esa persona alguien la ha herido,
necesita pedir perdón a Dios por guardar rencor en su corazón y perdonar a
aquellos que le han herido.
7.Llevar
a renunciar. Ésta es la etapa donde se lleva a la persona a renunciar a
cada problema y espíritu descrito en la lista que se hizo. ¿Por qué es
necesario el acto de renunciar? Cuando una persona renuncia, lo que está
haciendo es quitarle todo el derecho legal al enemigo sobre su vida. En los
capítulos anteriores, vimos cómo se le da derecho legal al enemigo, cómo viene
a influenciarnos y cómo se le abren las puertas. Ahora vemos que renunciar es
el medio por el cual le quitamos ese derecho legal y le cerramos las puertas al
enemigo. Recuerde que cuando la persona está renunciando, debe repetir la
oración, pasando por cada área de su vida en la que necesite liberación. Por
ejemplo: "Renuncio a todo espíritu de rechazo y lo echo fuera de mi vida,
en el nombre de Jesús, ¡amén!"
10. «Enseñándonos que, renunciando a la
impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y
piadosamente». Tito
2.12
11.Hacer oración de guerra espiritual.
Una vez que la persona ha renunciado
verbalmente, repitiendo todo como el ministro la ha guiado, éste debe hacer la
oración de guerra, echando fuera cada espíritu, maldición o problema emocional.
Se debe orar por la persona con firmeza y autoridad. Por ejemplo: "Padre
celestial, yo echo fuera todo espíritu de rechazo, echo fuera todo espíritu de
temor en el nombre de Jesús, y por la sangre del Cordero, yo lo ato y lo echo
fuera de la vida de esta persona; ahora mismo le ordeno que lo suelte".
12 ¿Cuáles son las señales para saber que el
espíritu se ha ido o ha salido? Las señales "visibles" son: bostezar,
vomitar, toser, suspirar, rugir, exhalar, gritar, eructar, gemir, jadear o
llorar. Recuerde que
13 éstas son algunas señales, pero no
significa que si no hay ninguna manifestación, la persona no haya sido libre.
Hay algunas personas que son libres sin manifestación física. Si los demonios
tratan de ponerse violentos, ordéneles que se callen y que no se muevan. De
ninguna manera, se debe permitir que ellos controlen una sesión de liberación.
7. Orar por limpieza. Pidiendo al Señor que
limpie cada parte de la personalidad del individuo que los espíritus hayan
dañado. Esto incluirá su mente, su corazón y su voluntad y, también, las partes
del cuerpo, particularmente, las áreas sexuales. Por ejemplo: "Padre celestial, te pido ¡ahora Señor!,
limpies aquellas áreas de la mente de esta persona que fueron dañadas por el
enemigo. Señor, limpia sus órganos sexuales por medio de la sangre de Cristo.
Limpia, Señor, aquellas partes de su alma y de su voluntad en el nombre de
Jesús, amén".
8. Orar por llenura. Recordemos que cuando los espíritus salen de
la persona, ésta queda vacía; y necesita ser llenada por Dios. Pídale al Señor
que la llene con su presencia, paz y amor. Por ejemplo: "Padre celestial,
te pido que llenes a (nombre de la
persona) de paz, de amor y de tu presencia. Señor, llena todos los vacíos
que han dejado estos espíritus, ahora mismo en el nombre de Jesús, amén".
El aconsejado debe apropiarse de la sanidad
física, especialmente, en aquellas partes del cuerpo que hayan sido afectadas.
Hemos ministrado a
personas con problemas en la vista, y cuando
se reprendió al espíritu que estaba operando en su cuerpo, han quedado
totalmente sanas. Algunas personas necesitarán más de una sesión de liberación,
pues es demasiada la carga que traen, y una sesión, a veces, no es suficiente.
Sin embargo, en la mayoría de las veces, las personas reciben su liberación en
una sola sesión.
La autoliberación
La pregunta que siempre ha surgido en el área
de la liberación es:
¿es posible que nosotros mismos podamos
ministrarnos liberación sin tener que ir a un consejero? Ciertamente nosotros
mismos sí podemos autoliberarnos, siguiendo los mismos pasos que expliqué
anteriormente, pero con la excepción de que no habrá alguien que nos esté
guiando.
Los creyentes tenemos el poder y la autoridad
dados por Dios para echar fuera demonios de otras personas y de nuestra propia
vida. ¿Cómo hacemos esto? Refiérase a los pasos para ministrar la liberación
anteriormente mencionados.
¿Cómo mantener la liberación?
1.
Desarrollar una vida continua de oración.
Jesucristo habló de velar y orar para no caer
en tentación. Una de las cualidades que desarrollamos en la oración, es el
dominio propio. Esta
virtud es la que nos permite no ceder ante la
tentación y permanecer firmes.
«Velad y orad vara que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil». Mateo 26.41 «Orad sin cesar». 1 Tesalonicenses
5.17 Leer y estudiar la Palabra de Dios.
El permanecer en la lectura y en el estudio
de las escrituras es muy importante, ya que llena los vacíos que quedan en
nuestra vida después de ser liberados. La palabra de Dios debe ser el ancla que
sostiene firme cada alma. Nadie puede retener su liberación si no dedica tiempo
para leer, meditar y confesar la palabra de Dios. Confiese versículos bíblicos
que hablen acerca de la liberación sobre su vida.
«La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante
que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón».
Hebreos 4.12
«Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera
a mi camino». Salmo
119.105
3. Congregarse de continuo en la iglesia.
La oveja que se aparta del rebaño es la que
corre más peligro de que el enemigo la destruya. Congregarse le permitirá
compartir y desarrollar compañerismo con otros hermanos, que le pueden ayudar a
crecer espiritualmente. Usted debe someterse a la autoridad de su pastor y
darle cuentas de cómo le va después de la ministración.
4. Crucificar la carne y el ego.
Tome su cruz diariamente y siga al Señor
Jesucristo. Rompa todos los viejos patrones y
hábitos que le han mantenido ligado a los espíritus malignos. Debemos estar
dispuestos a negarnos a nosotros mismos y a crucificar nuestra propia carne. Si
los apetitos y los deseos de la carne no se llevan a la cruz, se deja una
puerta abierta para que los demonios regresen.
«Y decía a todos: - Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame». Lucas 9.23
«...y el que no toma su cruz y sigue en pos
de mí, no es digno de mí». Mateo
10.38
5. Apartarse del pecado.
El separarse del pecado implica separarse de
lugares, personas y circunstancias que sean un medio para inducirle a pecar. El
separarse del
pecado también incluye deshacerse de
revistas, materiales, objetos y todo aquello que esté relacionado con el
pecado.
«...tú, hijo mío, no vayas en el camino con
ellos, sino aparta tu pie de sus veredas...» Proverbios 1.15
«El que oculta sus pecados no prosperará,
pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia». Proverbios 28.13
6. Revestirse con la armadura de Dios.
La manera como nos revestimos con la armadura
espiritual es con la oración y a través de los dichos de nuestra boca. Es
importante que nos vistamos con la armadura antes de salir del hogar y nos la
coloquemos pieza por pieza. Recuerde que Dios no se la va a poner; es usted
quien tiene que hacerlo.
«Por lo demás, hermanos míos, fortaléceos en
el Señor y en su fuerza poderosa. Vestios de toda la armadura de Dios, par que
podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo». Efesios 6.10,11
7. Cubrirse con la sangre de Jesús.
Cada vez que tenga su tiempo de oración, use
la
"Sangre de Jesús" para cubrir su
mente, su espíritu, su alma y también a su familia. La sangre de Jesús nos
cerca con una barrera de protección que el enemigo no puede penetrar. Es
necesario cubrirse diariamente con su sangre, al igual que ponerse la armadura
espiritual.
«Ellos lo han vencido por medio de la sangre
del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, que menospreciaron sus
vidas hasta la muerte». Apocalipsis
12.11
8. Desarrollar un espíritu perdonador.
Una de las mayores razones por las cuales el
enemigo puede venir a oprimir a los creyentes, es porque guardan resentimiento
y falta de perdón en sus corazones. Después de perdonar a los que nos han
ofendido en el pasado, tenemos que entender que vivimos en un mundo en el que
siempre encontraremos a alguien que nos va a herir nuevamente. Por eso, es
necesario que inmediatamente vuelva a perdonar y que desarrolle un espíritu
perdonador. Ver Mateo
18.21-35
9. Resistir al diablo.
Dios nos ha dado armas espirituales; úselas
para resistirlo. Estas armas son: la sangre de Jesús, la Palabra, el ayuno, los
ángeles, la unción del Espíritu Santo, la alabanza y la oración.
«Someteos, pues a Dios: resistid al diablo, y
huirá de vosotros». Santiago
4.7
1. Renovar nuestra mente.
La forma en que los demonios pueden intentar
regresar es a través de la falta de disciplina. La mente es un campo de
batalla. Usted debe desalojar las imaginaciones y llevar cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo. Recuerde que usted tiene el poder y la
autoridad dados por Dios para echar fuera demonios de su mente y para reprender
cualquier ataque que venga a su vida.
«Porque las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas». 2 Corintios 10.4
Cuán importante es saber que la palabra de
Dios promete libertar a todo aquel que se sienta esclavizado y oprimido por las
fuerzas demoníacas. El nombre de Jesucristo es la máxima autoridad para romper
cualquier atadura de las tinieblas y hacer libre
completamente a todo aquel que esté dispuesto
a creer en Él.
Limpieza
Espiritual de la Casa
Algunas veces, las personas llevan el tema de
la liberación a los extremos; pero ése no es nuestro propósito. A través de los
años, hemos visto casos de creyentes bajo ataque y ellos no saben por qué.
Muchas veces, es porque le han dado derecho legal al enemigo por medio de
objetos y materiales de procedencia ocultista que han traído o dejado traer a
su casa.
« Y esto fue notorio a todos los que
habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y
era magnificado el nombre del Señor Jesús. Y muchos de los que habían creído
venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
Asimismo muchos de los que habían practicado
la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos...». Hechos 19.17, 18, 19
«Por esto los hijos de Israel no podrán hacer
frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda,
por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no
destruyereis el anatema de en medio de vosotros. Levántate, santifica al
pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice
así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos,
hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros». Josué 7.12, 13
Síntomas en una casa donde hay
contaminación espiritual:
Enfermedad continua, pesadillas y sueños
malos, insomnio, contienda y peleas de forma continua. Falta de paz, apariciones
demoníacas, movimientos de objetos físicos sin razón, olores desagradables,
continuas náuseas y dolores de cabeza.
«Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas
ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del
Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable
al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más
bien reprendedlas». Efesios 5.8-11
Los artículos que se deben sacar y quemar
son:
• Materiales que fueron usados en el ocultismo y en la
brujería.
• Antigüedades con procedencia o historia des-conocida.
• Materiales como: la ouija, juegos de dragones, estatuas
de Buda, artefactos de adoración oriental, yoga y todo lo relacionado al
hinduismo.
• Libros de la nueva era y de astrología.
• "Posters" de música rock, artes y cuadros con
representaciones demoníacas.
• Material relacionado con sectas, tales como: Testigos
de Jehová, Masonería, Mormonismo, Rosa Crucismo.
• Objetos que, supuestamente, traen "buena
suerte", tales como: amuletos y fetiches.
Oración del Pecador
Ahora mismo, donde usted está puede recibir
el regalo de la vida eterna a través de Jesucristo. Por favor, acompáñeme en
esta oración, y repita en voz alta.
"Padre celestial: yo reconozco que soy
un pecador, y que mi pecado me separa de ti. Me arrepiento de todos mis
pecados, y voluntariamente, confieso a Jesús como mi Señor y Salvador, y creo
que Él murió por mis pecados. Creo, con todo mi corazón, que Dios el Padre lo
resucitó de los muertos. Jesús, te pido que entres a mi corazón y cambies mi
vida. Renuncio a todo pacto con el enemigo; y si yo muero, sé que al abrir mis
ojos, estaré en tus brazos. ¡Amén!
Si esta oración expresa el deseo sincero de
su corazón, observe lo que Jesús dice acerca de la decisión que acaba de tomar:
"Si confiesas con tu boca que Jesús es
el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás
salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación". Romanos 10.9, 10
"De cierto, de cierto os digo: El que
cree en mí tiene vida eterna". Juan 6.47
•Objetos religiosos, imágenes de santos,
vírgenes, velas que se usan para adorar santos o muertos, entre otros.
• Películas y videos con imágenes demoníacas,
demasiada violencia, o pornografía.
• Ángeles, elefantes, la imagen de la diosa
Diana, la reina del cielo y otros.
A veces, nos preguntamos por qué suceden
tantas cosas en nuestra casa, y es porque tenemos objetos con procedencia
demoníaca. Es conveniente hacer una limpieza de todo objeto que tiene
influencias espirituales, en el nombre de Jesús, y hecha por el dueño de la
casa con la plena convicción de lo que esta haciendo; la limpieza no
necesariamente debe hacerse en compañía de un ministro de Dios.
Es importante que usted recorra toda su casa,
su armario, su "closet", su sala y los cuartos. Pida al Espíritu
Santo que le guíe mostrándole qué cosas hay que le son desagradables a Dios y
esté seguro que Él le mostrará.
las vendas y ataduras del pasado y seguirlo a
Él en libertad. Jesús es el camino, la verdad y la vida; sígalo, dependa de Él
y déjelo reinar en cada área de su vida. ¡Amén!
Atar y Desatar PART.7
Reviewed by jireth
on
marzo 16, 2020
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