Venciendo el Miedo PARTE FINAL









         Lujuria                                                                        Pastillas

         Rechazo                                                                    Alcohol

         Mentira                                                                     Cigarro

         Falta de perdón                                                      Drogas

         Temor                                                                      Lesbianismo

         Pornografía                                                           Glotonería      

        Homosexualismo                                                     Ira

●       Maldiciones generacionales                               Ansiedad

         Enfermedades                                                         Esterilidad

         Depresión                                                                 Soledad

         Pasividad                                                                   Cáncer

         Incredulidad                                                             Miedo







Ésta solamente es una pequeña lista; usted puede escribir más. Escudriñe su área emocional, sexual, espiritual, y cualquier otra área a la que pueda aplicar la autoliberación.

2. Arrepiéntase y renuncie

Una vez que usted haya hecho la lista, comience a arrepentirse por cada una de esas prácticas y empiece a renunciar a ellas.

Lea esta oración conmigo en voz alta

Yo confieso que Jesús es mi Señor y Salvador. Yo, voluntariamente, renuncio a toda actividad de Satanás en mi vida a través de la iniquidad, transgresión o pecado de mis padres, abuelos, ancestros y aun de mí mismo.

Me arrepiento de pensamientos, palabras y acciones conscientes y subconscientes que han deshonrado a Jesús. Señor, te pido perdón. Te ruego que me limpies y me liberes de estas fuerzas malignas.

Jesús, yo renuncio al diablo, a los demonios y a todas sus obras, influencias, ataduras, opresiones, maldiciones y enfermedades que están presentes en mi vida. Renuncio a toda influencia demoníaca que me aparta de tu camino. Te pido que realices en mí una liberación total, pues creo que de tu muerte y resurrección, procede mi libertad. Señor Jesús, te pido que seas el Señor absoluto de mi vida. ¡Amén!

3. El proceso de la autoliberación

Debido a que éste es un asunto entre el Señor y usted, es recomendable que haga esto a solas. Tan pronto haya hecho la oración y la declaración anterior, comience a nombrar cada uno de los espíritus. Por ejemplo, si usted sufre de miedo, renuncie al espíritu de miedo, de temor, de fobia. Si usted no sabe el nombre de los espíritus que se manifiestan, entonces, ordénele, al espíritu que está detrás de la opresión o la influencia, las siguientes palabras:

Yo ordeno a todo espíritu detrás de esa influencia maligna que suelte mi cuerpo. ¡Ahora mismo, en el nombre de Jesús!

Si por el contrario, usted tiene claro cuál es el espíritu o los espíritus que lo están oprimiendo, puede hacer una oración como la siguiente: “Espíritu de miedo, yo te ato y te ordeno en el nombre de Jesús que salgas de mi vida; rompo tu poder y declaro que, en el nombre de Jesús, soy libre. ¡Ahora mismo!”. Esto debe hacerlo espíritu por espíritu, área por área. Renuncie, luego átelo, y por último, ordénele que se vaya en el nombre de Jesús, para que salga de su vida.

En ese momento, usted se puede encontrar tosiendo, bostezando y, a lo mejor, vomitando a medida que el Espíritu Santo lo va haciendo libre. Si no hay una evidencia espontánea de liberación, entonces comience a toser y a respirar profundo, usted encontrará que ese toser voluntario va a continuar hasta que los espíritus responsables por cada condición se hayan ido. El toser, voluntaria o deliberadamente, es para usted un paso de fe; pero, para los demonios, es una señal de que deben irse; esto equivale al acto de echarlos fuera.

Consejos para el momento de la autoliberación

Nunca converse con ningún espíritu que hable a su mente. Ordénele que esté en silencio y que salga en el nombre de Jesús. Entonces, comience a toser deliberadamente, hasta que sienta que se va.

Los demonios quizás quieran distraerlo haciéndolo llorar.

Ésta suele ser una táctica para demorar el proceso; por lo tanto, no ceda, sino que tosa deliberadamente o bostece hasta que ellos obedezcan y se vayan; entonces, notará que el deseo de llorar va a desaparecer.

Permanezca sentado todo el tiempo y rehúsese a ceder a cualquier fuerza que lo quiera hacer caer en el piso o gritar. Rehúsese, en el nombre de Jesús, a obedecer

a los demonios, y se dará cuenta que usted está en control.

Reclame y aprópiese por fe, de su liberación completa; crea que ya la recibió. Algunas veces, los demonios tratan de hacerle creer que nada sucedió, especialmente cuando no hay manifestaciones físicas de su presencia. Los primeros días y semanas los espíritus tratan de convencerlo de que usted no es libre y pueden usar estrategias como los mismos deseos y síntomas que usted tenía antes de ser libre, pero es en ese momento, que usted tiene que tomar autoridad sobre ellos.

Si usted lo hizo por primera vez y no fue libre totalmente en algunas áreas, hágalo otra vez, en las áreas específicas que quedaron sin liberar.

Crea que lo que está diciendo está sucediendo. La llave para desatar su fe es la confesión que usted hace con su boca, en voz alta.

Trabaje, muy de cerca, con el Espíritu Santo. Él le puede mostrar algún área que, a lo mejor, usted no recuerda. Él se la traerá a su mente y estará con usted todo el tiempo.

Sea paciente, pues, algunas ataduras pueden ser débiles mientras que otras pueden ser muy fuertes. Una atadura débil puede ser rota al instante; sin embargo, una fuerte puede tomar un tiempo más prolongado.

4. Ore por limpieza y renovación

Comience a orar para que el Señor limpie cada área de su cuerpo, su alma y su espíritu; pídale que llene las áreas que los espíritus dejaron vacías.

Algunos principios importantes:

         Las ataduras son influencias que impiden que las personas hagan lo correcto delante de Dios.

         La autoliberación puede ser practicada por cualquier creyente.

         La falta de arrepentimiento, la falta de perdón y la incredulidad son los grandes obstáculos para recibir liberación.

         La liberación puede ocurrir al instante o progresivamente.

         La autoliberación es posible cuando se trabaja juntamente con el Espíritu Santo.



Pasos para mantenerse libre de miedos

1.         Ponerse la armadura del Señor. 

Efesios 6:10-18

Conocer el significado que encierra cada pieza de la armadura.

2.         Conocer su posición en Cristo.

Zacarías 3:1-3

Entender que usted está en Él y Él en usted.

3.         Hacer confesiones y declaraciones positivas.

Romanos 10:8-10

Su palabra hablada tiene poder.

4.        Lidiar con el pecado, rápidamente.

Isaías 59:2

Romanos 6:23

No hay sustituto para el arrepentimiento.

5.         Permanecer en la palabra de Dios.

Josué 1:8

Salmos 1:1-3

Leer la Biblia a diario.

Venciendo el miedo

6.        Perdonar de inmediato.

Mateo 18:32-35

Desarrollar el perdón como un estilo de vida.

7.         Crucificar la carne.

Gálatas 5:24, 25

Romanos 6:16

No puede permitir que ningún demonio controle su carne.

8.        Alabar y adorar al Señor. Salmos 150

9.        Ser agradecido. Salmos 100

10.       Compartir.

Hebreos 10:24

Eclesiastés 4:12

11.       Mantener el fruto del Espíritu Santo. Gálatas 5:16-26

12.       Poner su hogar en orden divino.

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pasos para mantenerse lIbre de mIedos

Efesios 5:21-33

Amar al Señor y a Sus hijos.

13.       Nunca dejar de orar

1          Juan 5:14, 15

1 Tesalonicenses 5:17 Romanos 8:26, 27

14.       Vivir en santidad.

1          Juan 3:1-3

Deuteronomio 10:12, 13

Consagrarse completamente a Dios.
Venciendo el Miedo PARTE FINAL Venciendo el Miedo PARTE FINAL Reviewed by jireth on marzo 25, 2020 Rating: 5

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