LIBROS DEL APOCALIPSIS 7 al 12 PARTE 2


La quinta trompeta y la sexta
Apocalipsis, 9:1 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. 9:2 Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.


Es probable que la estrella que cae del cielo sea un ángel que lleva el juicio de Dios. En Apocalipsis, 9:2 se la trata de "el". El abismo es el lugar de prisión de los demonios (Apocalipsis, 11:7, 17:8, 20:1-3, Lucas, 8:31, 2 Pedro, 2:4, Judas, 1:6). Sale del abismo la bestia, que es el anticristo (Apocalipsis, 11:7) y allí será encarcelado Satanás por 1000 años (Apocalipsis, 20:3).


Al respecto, el Dr. Darío Salas (reconocido escatólogo chileno y una eminencia en profecía bíblica) observa:


Apocalipsis, 1: 20  El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.


Los ángeles, por tanto, también son llamados estrellas en la Biblia.


Apocalipsis, 9:1 dice que el quinto ángel toca la trompeta y una estrella cae del cielo y que, a esa estrella que cae, se le da una llave. Una estrella que cae y recibe una llave. ¿Tiene manos esa estrella?. Esa estrella es el diablo.


Apocalipsis, 18:1  Después de esto vi a otro ángel descender del cielo ….


Como muestra este versículo, los ángeles descienden, no caen.


Isaías, 14:12  ¡Como caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.-


La caída identifica al diablo aquí. El no bajo: lo bajaron.


Esta estrella ya había caído a la tierra en algún momento antes del sonido de la quinta trompeta, y al usar un pronombre personal, Juan la identifica como un ser viviente, lo más seguro uno sobrenatural. Sea lo que fuera que es se le dice que abra el pozo del abismo para que salga un enjambre de “langostas”.


Apocalipsis, 9:3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. 9:4 Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. 9:5 Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. 9:6 Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. 9:7 El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; 9:8 tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; 9:9 tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; 9:10 tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses. 9:11 Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.


Estas langostas representan un incremento en el número de los demonios y en la actividad demoniaca desatada en la tierra hacia el fin de la historia.


Ellos tienen el poder de los escorpiones para causar dolor y miseria (Apocalipsis, 9:10). Su ataque se dirige contra la maldad en la tierra por un periodo de 5 meses (la Biblia se rige por el calendario lunar - no por el actual calendario gregoriano - donde los meses tienen 30 días, de modo que la referencia aquí es a un periodo de 150 días). El dolor infligido por estas langostas-demonios será tan severo que las personas desearán morir, pero no lo conseguirán.


Este juicio revela [1] que, con toda seguridad, la maldad y la impenitencia recibirán retribución divina (Romanos, 1:18) y [2] que, cuando las personas se oponen a Dios y a su verdad y buscan la maldad, llegan a ser presas de lo demoniaco. Las fuerzas del mal se posesionaran de la naturaleza, del alma y de la vida misma de ellos (1 Timoteo, 4:1). La apariencia y el sonido de los demonios serán espantosas (Apocalipsis, 9:7-9). El que lleven "corazas" (Apocalipsis, 9:9) pudiera indicar que no pueden ser destruidos por armas humanas. El ángel que dirige a estas langostas se llama "Abadon" (en hebreo) y "Apolion" (en griego) que significa “destrucción o destructor” (Job, 26:6, Proverbios, 15:11).

Estos seres no son langostas del tipo normalmente visto en la tierra. Las langostas normales son insectos vegetarianos, pero a estas se les manda que no dañen la hierba, ni cosa verde, ni los árboles. En lugar de eso ellas atacan a las personas, y cuando lo hacen los picarán como lo haría un escorpión, produciéndoles un dolor tan intenso que desearán la muerte. Se ha dicho que la picadura de un escorpión se puede comparar al dolor que el dedo pulgar siente cuando es golpeado fuertemente con un martillo, pero la picadura de un escorpión grande es como perforarle a uno el dedo pulgar con un clavo.


La picadura de estos escorpiones no se compara con nada de lo que las personas han experimentado jamás. Su líder es el ángel del abismo, cuyo nombre significa “destructor” en ambos idiomas. En uno de esos preciosos y pequeños momentos útiles de la sabiduría por la que la Palabra del Señor es notoria, Proverbios 30:27 nos dice que las langostas normales no tienen rey, lo cual nos guía a creer que estas “langostas” son algo más que langostas ordinarias:


Proverbios, 30:27 Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas;


Solamente los 144.000 testigos estarán protegidos de este insoportable dolor.


Juan ciertamente nunca antes había visto una cosa parecida, y al describirlas excedió los propios límites de su imaginación. Aquí es donde debemos apreciar la naturaleza de su desafío. Juan era una persona del Siglo I que había sido llamada a describir la guerra del Siglo XXI. Pero lo tenía que hacer de tal manera que todas las generaciones posteriores la pudieran interpretar también. Aun hoy día no podemos relacionar estas así llamadas langostas, con nada parecido en nuestro mundo. Estas son claramente manifestaciones demoníacas de algún tipo.


Ciertamente Dios ha ordenado el juicio, pero ¿está Satanás soltando a estos pequeños monstruos para que dañen a su propia gente?. ¿Le fue ordenado hacer eso, o será algún esquema diabólico para aumentar aún más el odio que la gente de la tierra siente hacia Dios?. ¿Pudo Satanás estar haciendo esto de manera deliberada para poder culpar a Dios por haberlo hecho, y así avanzar en su estrategia de convertir la oscuridad en luz y la mentira en verdad?. Un poco más adelante, Juan nos informará que ninguno de estos tormentos hizo que los moradores de la tierra se arrepintieran de sus rebeliones.


Apocalipsis, 9:12 El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto. 9:13 El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, 9:14 diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates. 9:15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. 9:16 Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. 9:17 Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. 9:18 Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. 9:19 Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban.


El sexto ángel desata 4 ángeles. Estos deben ser ángeles malos o demonios ya que los ángeles santos no están encadenados. Se les permite matar a una tercera parte de la población mundial (Apocalipsis, 9:15). Se les suelta desde el rio Éufrates porque, en la historia del AT, la región del Éufrates simbolizaba una invasión militar mediante la cual Dios trajo juicio (Isaías, 8:5-8, 10:5-7).

Los eruditos bíblicos difieren ampliamente sobre el significado de los 200.000.000 (doscientos millones) de tropas a caballo. [1] Algunos sostienen que representan espíritus demoniacos del abismo, encabezados por los 4 ángeles (Apocalipsis, 9:14). [2] Otros consideran que las tropas de a caballo representan muchos ejércitos reunidos para la batalla.


Apocalipsis, 9:18 Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca.


Lo que Juan vio es un recordatorio del juicio de Dios sobre Sodoma y Gomorra (Génesis, 19:24, 28, Judas, 1:7). Estas palabras son la advertencia de Dios de que, aquellos que son indulgentes en los caminos pecaminosos de Sodoma, con toda seguridad sufrirán el juicio de Sodoma (Génesis, 19:14).

Tradicionalmente el Río Éufrates ha sido la frontera territorial, cultural y religiosa entre el este y el oeste. Raramente han cruzado las costumbres, tradiciones y filosofías de un lado al otro. Como resultado, el mundo oriental es muy distinto en todo respecto de su contraparte occidental. Este pasaje ayuda a explicar el por qué eso es así. También ha existido una frontera en el mundo espiritual. Pero con esta orden que sale del mismo trono de Dios, la frontera se derriba y el efecto mortal no tiene comparación.


Los combatientes que son liberados al eliminar esta barrera terminan matando un tercio de la población mundial restante. Recuerde que un cuarto de la humanidad encontró su fin en los juicios de los sellos. Con este tercio adicional, más de tres mil millones de personas habrán muerto cuando esto termine, y todavía no ha comenzado la Gran Tribulación.


La causa de toda esta destrucción es que se desatan los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates, pero este río aún no ha sido secado para permitirles a los reyes del oriente que lo crucen. Eso sucede después en Apocalipsis 16:12.


Apocalipsis, 16:12 El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente.


Por consiguiente, yo creo que este pasaje está describiendo la guerra que se lleva a cabo en lugares del Lejano Oriente en donde vive el 40% de la población mundial (muchas personas viven en condiciones de aglomeración lo cual aumenta el potencial para la matanza en masa) en donde las tensiones religiosas y étnicas son tradicionalmente altas, y en donde muchos países pueden formar grandes ejércitos. Creo que es la coalición formada por los ganadores de esta guerra la que arremete a través del río Éufrates que se ha secado, mientras que el anticristo está siendo distraído con otras sublevaciones (Daniel 11:40-44).

Daniel, 11:40 Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. 11:41 Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la mayoría de los hijos de Amón. 11:42 Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto. 11:43 Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopía le seguirán. 11:44 Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos.


Apocalipsis, 9:20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; 9:21 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.


Ni siquiera el juicio de Dios lleva a las personas al arrepentimiento. Esto demuestra la profunda depravación humana y su amor por los placeres pecaminosos (Jeremías, 17:9).


Los pecados más prominentes de los últimos días y del periodo de la Tribulación son (Apocalipsis, 9:20-21): [1] la adoración de demonios y la participación en el espiritismo, el ocultismo y la magia (Deuteronomio, 32:17, 1 Corintios, 10:20), [2] el asesinato y la violencia, [3] las artes mágicas (del griego "farmakeia"), lo cual incluye drogas, adoración ocultista y hechicería (Apocalipsis, 18:23, 21:8, Gálatas, 5:20), [4] la inmoralidad sexual, la lujuria y la pornografía y [5] el robo y la iniquidad (Romanos, 1:24, 28-31).


Usted podría pensar que con esas langostas demoníacas atacando a la gente y que después de que tres mil millones de personas están muriendo por la guerra y otros desastres, la gente se apresuraría a buscar al Señor por consuelo y seguridad. Pero eso no sucede así, y le diré por qué.


Hay una creencia que siempre ha circulado y es tan antigua como la humanidad, pero que en los últimos días llegará a ser una religión que engañará a casi todas las personas. Esta se llama la “doctrina luciferina” (sustentada por los masones), y el entenderla nos ayudará a explicar por qué el mundo no se vuelve a su Creador en ese momento, el cual es el peor momento en la historia humana.


La “doctrina luciferina” se llama así, por supuesto, por Lucifer, un nombre en latín que significa el “portador de luz”. Esta doctrina sostiene que Lucifer es el Ángel de Luz, el buen tipo que está tratando de iluminar a la gente del mundo para prepararla para la evolución espiritual necesaria que traerá la paz a toda la humanidad.


Según esta doctrina, nuestra evolución física ha terminado y todo lo que necesitamos hacer ahora es liberarnos de las ataduras del pensamiento judeo-cristiano para poder completar nuestra evolución espiritual y así entrar en la tan esperada era utópica.


Pero Lucifer está siendo obstaculizado por el malo de Adonaí (en hebreo Señor) Quien, junto con Sus seguidores, está trabajando para frustrar el gran plan de Lucifer, previniendo de manera efectiva nuestra evolución espiritual. Para que la humanidad pueda llegar a esta Utopía, todas las personas que insisten en aferrarse a su obsoleta fe judeo-cristiana tienen que ser eliminadas.


La Gran Tribulación está caracterizada por la “doctrina luciferina” como el último gran esfuerzo del malo de Adonaí de destruir al “portador de luz” de la humanidad y prevenir nuestra ascensión a la Utopía, al mantenernos atados a Él.


Después de la desaparición de la iglesia la Verdad estará muy escasa en la Tierra y todo el mundo será engañado al creer en esta “doctrina luciferina”, tal y como Pablo advirtió que sucedería:


2 Tesalonicenses, 2:9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, 2:10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 2:11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 2:12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.


Así que naturalmente al creer que el Señor es el tipo malo, todas estas personas adoran a Lucifer con más intensidad, esperando que él sea quien prevalezca y ponga fin a sus sufrimientos (Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte… Proverbios 14:12). Por supuesto, Lucifer es también ampliamente conocido como Satanás o el diablo.



En breve aprenderemos sobre los dos testigos, descubriremos en dónde será construido el Nuevo Templo y presenciaremos el evento en el cielo que señala el comienzo de la Gran Tribulación. Nos vemos entonces.[full_width]

LIBROS DEL APOCALIPSIS 10 al 12 continuacion parte 3


LIBROS DEL APOCALIPSIS 7 al 12 PARTE 2 LIBROS DEL APOCALIPSIS  7 al 12 PARTE 2 Reviewed by jireth on marzo 21, 2020 Rating: 5

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