Venciendo el Miedo PARTE 2
encontrará una lista de los miedos, temores o fobias más comunes que atacan a la gente:
● Temor a la muerte
● Miedo a enfermarse
● Fobia a la oscuridad
● Miedo al diablo y sus demonios
● Temor a lo desconocido
● Temor a la gente y a ser rechazado por la gente
● Temor a estar solo
● Temor a mayores responsabilidades
● Miedo a hablar en público
● Temor a una enfermedad terminal
● Miedo a los accidentes
● Miedo a fracasar
● Temor a divorciarse
● Temor a perder todo en la vida
Venciendo el miedo
● Temor al futuro
● Fobia a los animales e insectos
● Fobia al agua y al fuego
● Temor a blasfemar en contra de Dios
● Temor a caer en pecado y nunca volver a levantarse
● Fobia a las alturas
● Temor a la autoridad
Una promesa de Dios poderosa para nosotros es esta:
“4Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”. Salmo 34:4
Existe una enorme cantidad de miedos. He aquí algunos:
1. Ataques físicos
Hay un sinnúmero de personas que viven en angustia porque temen enfrentarse a enfermedades, como el cáncer, el Sida y otras de alta gravedad. Gastan millones de dólares tratando de prevenir enfermedades de las cuales ni siquiera están enfermos realmente. Eventualmente, cuando una persona vive con ese miedo por tantos años, le abre las puertas al espíritu de enfermedad; entonces sí, realmente se enferma. Prueba de esto son los avances médicos que han descubierto que el miedo puede causar úlceras en el estómago, insomnio, ataques de nervios, pánico, depresión y puede también contribuir a la hipertensión.
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2. Ataques mentales
La mente del hombre es el campo de batalla, donde el enemigo envía pensamientos de temor. Usted y yo sabemos que es imposible “sentir pensamientos”. Pero sí es posible llegar a sentir los cambios físicos causados por un pensamiento, que afecta nuestras emociones y nuestra voluntad. Incluso, estos causan efectos colaterales en nuestra humanidad, muchos de los cuales suelen ser menos visibles.
¿Qué hacer cuando es atacado por el enemigo con pensamientos de miedo?
“5...derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo...”. 2 Corintios 10:5
En el momento que llegue el pensamiento a su mente, diga: “Padre Celestial, yo reprendo todo temor y llevo cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo Jesús”. No entretenga esos malos pensamientos; repréndalos con su boca, use la palabra de Dios y cúbrase con la sangre de Cristo. La Palabra de Dios nos manda a tener una mente equilibrada, disciplinada y controlada.
“7Porque Dios no nos ha dado un espíritu de timidez (de cobarde, de desertor ni de rastrero adulador por causa del miedo), más bien [Él nos ha dado un espíritu] de poder, de amor, y una mente calmada y bien balanceada, disciplinada y auto controlada”. 2 Timoteo 1:7 (Biblia Amplificada)
Venciendo el miedo
Testimonio: Durante mucho tiempo viví con miedo, no podía ir ni a la cocina de mi casa, tenía que dormir con las luces encendidas porque sentía que venían como demonios encima de mí. Para la gloria de Dios, mi liberación comenzó desde empecé a leer el libro de Sanidad Interior y Liberación, y terminó hasta que alguien me ministró personalmente.
Otro problema que tenía era la baja autoestima, debido a que mi padre abandonó a mi mamá cuando ella quedó embarazada de mí. Sentía que no valía nada. Ahora me siento bien. El Señor me regaló un pastor que lo amo como a mi padre, y cada vez que el enemigo me quiere atacar, me pongo en la brecha y me levanto como toda una guerrera de Dios. ¡No le temo a Satanás, pues ahora soy libre de todo temor!
Testimonio: Yo padecía de miedo. Después de haber vivido una situación familiar, el miedo me acompañaba permanentemente; pero un día, mientras leía el libro de Sanidad Interior y Liberación, le oré al Señor y le dije: “Señor, ¿cuándo será el día que tenga la oportunidad de que me hagan la liberación individual?”, porque por el cuestionario, me di cuenta que la necesitaba. Unos días después, durante la oración de la madrugada, la persona que lo dirigía dijo que a las 6:30 am iba a ocurrir un milagro; en ese momento, yo me encontraba postrada en un rincón del templo, humillada ante Dios; fue entonces cuando sentí que algo dentro de mí salía, y fui libre. ¡Gloria a Dios por eso!
Testimonio: Yo le tenía miedo a la soledad. Siempre vivía buscando alguien que me acompañara, sin importar qué persona fuera, sólo quería compañía. Sentía miedo de llegar a casa
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sola; me ponía a llorar, a hablar por teléfono, a contarle al uno y al otro que estaba sola, que ya no podía vivir de esta manera. No sabía qué hacer para llenar el vacío que tenía. No me gustaban las fechas especiales como la navidad, porque era un motivo más para sentirme sola y llorar todo el tiempo. Esas fechas me afectaban mucho porque me producían mucho temor a estar sola (aunque no estaba sola, pero el diablo me hacía sentir de esa manera para dañar mi vida y la de todos los que me rodeaban). Por eso me daban ganas de tomar licor, sentía mucha ansiedad; bebía hasta dormirme y arruinaba el día siguiente, porque no podía pararme de la cama. Yo había escuchado hablar de Dios, pero no había tenido ninguna relación con Él. Alguien en cierta oportunidad me invitó a la iglesia, pero en esa iglesia no creían en la liberación, entonces prácticamente seguía en lo mismo. Hasta que un día tuve la oportunidad de viajar a Miami y allí encontré la iglesia El Rey Jesús, donde me liberaron. Ahora mi vida es diferente, me siento libre y contenta. Ahora tengo un amigo, un esposo, un padre y todo lo que yo andaba buscando: Jesús de Nazaret. No me siento más sola ni necesito de más compañía; sólo necesito a Jesús.
El temor de Dios tiene que ver con el respeto, la reverencia, la precaución, y se basa en alguien real: Dios mismo. Por su parte, el espíritu de
miedo está asociado al espanto, pavor y fobia; no tiene nada que ver con la reverencia o el respeto a Dios; por el contrario, se basa en preocupaciones y fobias imaginarias.
¿Cómo llegó el miedo al hombre?
El miedo entró al hombre por medio del pecado y la desobediencia de Adán y Eva.
“10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí”. Génesis 3:10
Cuando Adán desobedeció a Dios, abrió una puerta para que el espíritu de miedo entrara a gobernar su vida. De ese momento en adelante, todas sus decisiones las tomó bajo la influencia del espíritu de miedo y no por temor o reverencia a Dios.
Incluso los médicos afirman que, todo ser humano nace con dos tipos de miedo:
● Miedo al ruido repentino
● Miedo a que de repente les sea quitado el apoyo.
Todos los seres humanos de una manera u otra hemos sido atacados por algún tipo de miedo que nos hace acobardarnos, ser intimidados y que ha causado que huyamos cuando hemos enfrentado problemas en la vida.
¿Qué efectos negativos produce el miedo en una persona?
1. Todo lo que el hombre teme eso le viene.
“25Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía”. Job 3:25 ¿Cuál era el temor de Job?
El temor o miedo de Job era perder su familia y todos sus bienes. Aunque era un hombre temeroso de Dios, recto e íntegro, temía perder a sus hijos, temía perder su familia, temía que sus hijos pecaran contra Dios, temía que sus hijos blasfemaran contra Dios; por eso ofrecía sacrificios cada día.
“5Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera, hacía todos los días”. Job 1:5
Esto dio lugar a que Job le abriera una puerta al enemigo para que destruyera toda su casa, hasta el punto que lo perdió todo (hijos, hijas, animales, casas, etcétera). Hoy en día, hay sinnúmero de personas a las que les ha sucedido lo mismo: lo que temían, eso les sobrevino. Es un principio bíblico establecido por Dios, que aquel que teme no tiene su fe ni su confianza en Dios, sino en lo que el enemigo puede hacer.
¿A qué le teme usted en este momento? ¿Teme perder su cónyuge? ¿Teme perder su negocio? ¿Teme perder su salud? ¿Tiene miedo a morirse? ¿Teme quedarse solo? ¿Teme perder a sus hijos? ¿Tiene temor a una enfermedad terminal? ¿Teme volverse loco? ¿Teme que le quiten el apoyo emocional y natural?
Si usted presenta alguno de los temores mencionados arriba, es mejor que se arrepienta y busque ayuda para ser libre; de no ser así, lo que usted teme, eso le vendrá.
Lo opuesto a la fe es el temor. Cuando la fe entra, el temor sale; de la misma forma, cuando el temor entra, la fe sale.
“30Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!”. Mateo 14:30 ¿Qué es la fe?
Fe es creer en todo aquello que Dios ha dicho y ha prometido en su Palabra. También, es creer en todo lo que Dios ha hecho y continúa haciendo en nuestra vida, sabiendo que todo lo podemos lograr por medio de la fe en Cristo.
¿Qué es temor?
Es creer en todo aquello que el diablo o el hombre puede hacer en contra nuestra. Cuando esto sucede, el siguiente paso es sentir temor, lo que a su vez, abrirá la puerta o le dará derecho legal a Satanás para que actúe en nuestra vida.
La fe y el temor son opuestos, de manera que debemos entender que el temor está basado en algo que no es real, sino imaginario. Sin embargo, la fe está basada en las verdades y promesas que Dios nos dice en su Palabra. Por tanto, la fe es algo concreto, sólido y algo que tiene sustancia; entonces, ¿por qué preocuparme por aquello que es irreal e imaginario y que es producido por el temor? Es nuestra decisión elegir de qué manera queremos vivir: por fe o por temor. Cuando caminamos con temor, éste da lugar a que el enemigo opere en nuestra vida. La fe, por el contrario, es el medio por el cual agradamos a Dios y le quitamos al diablo el derecho sobre nuestra vida.
2. El miedo nos lleva a mentir.
“7Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto”. Génesis 26:7
Algunas personas eligen mentir en una situación determinada. Por ejemplo, cuando están bajo presión o cuando sienten miedo a ser rechazadas, a ser criticadas o mal entendidas, creen que lo mejor es mentir. Cuando tenemos miedo que nuestros amigos piensen mal de nosotros, ese miedo nos conduce a mentir. El miedo y la mentira siempre van juntos. En el versículo anterior vimos que Abraham tuvo miedo a que lo mataran, entonces optó por decir que Sarah era su hermana. Siempre el temor nos lleva a hacer cosas extrañas, por el simple instinto de supervivencia.
3. El miedo hace que las personas desfallezcan.
“26...desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas”. Lucas 21:26
El miedo es un espíritu que va agotando las fuerzas físicas, emocionales y espirituales, hasta debilitar completamente a la persona y llevarla a desfallecer. El miedo es una fuerza negativa que hace que la persona se desmotive de seguir adelante y produce deseos de morir.
4. El miedo es la vía usada por el enemigo para detener la visión.
“9Porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos”. Nehemías 6:9
En este versículo vemos que el enemigo envió profetas y mensajeros falsos para que Nehemías y el pueblo no continuaran edificando el muro de Jerusalén. No obstante, lo mismo sucede en los tiempos modernos; cada vez que tratamos de edificar algo para Dios, el espíritu de miedo vendrá a atacarnos.
¿Cuál debe ser nuestra respuesta ante el miedo o temor?
“11Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré”. Nehemías 6:11
Aquí Nehemías dice: “el diablo me quiere traer miedo para que yo huya y deje de hacer la obra de Dios, pero yo no huiré”.
“14Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat, conforme a estas cosas que hicieron; también acuérdate de Noadías profetisa, y de los otros profetas que procuraban infundirme miedo”. Nehemías 6:14
El miedo siempre viene para intentar detener la visión que el Señor ha puesto en nuestras manos.
5. El espíritu de miedo nos hace ver cosas que no son reales.
“26Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo”. Mateo 14:26
Una vieja leyenda que existía en Israel afirmaba, que si alguien veía a una persona caminando sobre el agua a la cuarta vigilia de la noche, irremediablemente moriría, pues ése era un fantasma. Los discípulos, que asumían como cierta la leyenda, se desconcertaron cuando vieron a Jesús caminando sobre las aguas, pues pensaron que era un fantasma y que iban a morir.
La persona miedosa, continuamente imagina cosas malas. Por ejemplo, imagina que está muerto o que ha sufrido un accidente; se imagina recluido en la cama de un hospital, rodeado de seres malos que lo ahorcan; se imagina que lo pierde todo de repente, etcétera. Todas estas cosas son imaginarias e irreales; por lo tanto, es importante que comience a usar su mente e imaginación para las cosas buenas. Por ejemplo, imagine su sanidad, su liberación, imagine el éxito de su negocio; imagínese viviendo con todas las promesas que Dios nos ha regalado. Cada vez que algún mal pensamiento llegue a su mente, no medite en ellos, échelos fuera y piense en cosas buenas.
Cuando usted teme que lo peor está por venir, lo que piensa le ayudará a que se cumplan todos sus temores. Alguien escribió: “el temor es el uso equivocado de la imaginación; es anticipar que lo peor está por pasar”.
Ilustración: Un vendedor que conducía por una calle oscura y solitaria, en medio de una noche lluviosa, pasó el susto de su vida al sentir el estallido de una de las llantas de su automóvil. Se disponía a cambiarla, cuando al abrir el baúl, descubrió que no tenía las herramientas que necesitaba. La luz que le llegaba desde una finca cercana, apenas le permitía ver un poco; así que empezó a caminar hacia ella, abriéndose paso entre la lluvia. Mientras iba, su mente comenzó a llenarse de pensamientos de duda y temor: “Seguro que el agricultor que vive en esa casa tiene las herramientas que necesito, aunque claro, es tarde en la noche y seguramente ya estará durmiendo en su cama calientita y seca; tal vez ni me abra la puerta, y si lo hace, es probable que se enoje por haberlo despertado a esta hora”. Con su ropa y zapatos totalmente empapados, el vendedor continuó caminando y pensando... “Si ese hombre me abre la puerta, quizás me va a gritar algo como: “¿Qué le pasa a usted, tocando la puerta y despertándome a esta hora?” Este pensamiento enojó tanto al vendedor que comenzó a discutir en su imaginación: “¿Qué derecho tiene ese hombre de negarme el uso de una herramienta? Al fin y al cabo, aquí estoy, perdido y mojado hasta los huesos. ¿Quién se cree él que es? ¡Es un egoísta!”. Cansado e irritado, el vendedor por fin llegó a la finca y golpeó la puerta con fuerza. Casi de inmediato, la luz se prendió y una ventana se abrió, mientras se oía una voz que decía: “¿Quién es?”. Con el rostro fruncido por la rabia, le contestó el vendedor: “Usted sabe muy bien quién es. ¡Soy yo! Y puede quedarse con su maldita herramienta. Ahora no se la pediré prestada así fuera la última en el mundo”.
Sigamos viendo las consecuencias de dejar que el espíritu de temor gobierne nuestras vidas.
6. El miedo hace que los dones se apaguen.
Es lamentable como muchas personas han ido a la tumba con su potencial y su don sin explotar a causa del miedo. Otras con grandes y maravillosos dones dados por Dios, para enseñar, predicar y cantar; para el arte, la música, la administración o el liderazgo, siguen vivas, pero tampoco usan sus dones, porque se sienten intimidadas por diferentes motivos.
“25...por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo”. Mateo 25:25
El temor conduce a las personas a esconder el don, el talento y la gracia que Dios les ha dado, porque tienen miedo de usarlo y multiplicarlo. Temen perder su reputación, pues están preocupadas por los errores que pueden cometer en el proceso de desarrollar el don; se acobardan, se intimidan y se avergüenzan de usar sus dones. Por causa del espíritu de temor, sus dones están inertes, apagados, estancados y dormidos.
En el verso a continuación podemos ver que Timoteo tenía temor.
“6Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. 2 Timoteo 1:6, 7
7. El miedo conlleva castigo físico, emocional y espiritual. El miedo o temor lleva en sí castigo.
“18En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”. 1 Juan 4:18 ¿Qué tipos de castigo?
Castigos emocionales
▪ Depresión
▪ Culpabilidad
▪ Soledad
▪ Ansiedad
▪ Frustración
▪ Preocupación
▪ Desánimo
▪ Tensión
▪ Vergüenza
Castigos Físicos
▪ Enfermedades
▪ Insomnio
▪ Muerte
▪ Pérdida del apetito
▪ Destrucción
▪ Falta de fuerza física
▪ Castigos Espirituales
▪ Opresión
▪ Frialdad espiritual
▪ Pérdida del deseo y hambre por Dios
▪ Ataques y pesadillas en el sueño
▪ Estancamiento espiritual
¿Cuál será el castigo de una persona que teme que le suceda algo? Su castigo será que le suceda lo que temía, ya sea física, emocional o espiritualmente.
8. El miedo le impide recibir la identidad de hijo de Dios.
“15Pues el espíritu que ahora ha recibido, no es el espíritu de esclavitud para que lo ate de nuevo al temor, sino que ha recibido el espíritu de adopción (el espíritu que produce la identidad de hijo) con deleite, en el cual clamamos: ¡Abba, padre!” Romanos 8:15 – Biblia Amplificada
Muchos creyentes no se sienten hijos de Dios ni de la casa donde se congregan, porque el temor no los deja. Los ataca con pensamientos tales como: “no sirves”, “no perteneces”, “ellos te desprecian”, “eres inadecuado”, etcétera; por tanto, algunos de ellos tienen temor a clamar a Dios ¡Abba Padre! Le tienen miedo a Dios, porque creen que Él los va a matar, los va a destruir, los va a castigar o simplemente, no los va a escuchar. Debido a esos pensamientos, no se acercan confiadamente a su Padre Celestial. Otros, incluso, tienen vergüenza o temor acercarse a su padre espiritual aquí en la tierra; tienen miedo hablarle, se acobardan, piensan que están molestando, que se pueden equivocar al hablar, y el miedo se interpone entre ellos, impidiéndoles desarrollar una relación cercana.
9. El miedo esclaviza a la persona.
“15Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor...”. Romanos 8:15
Cuando un creyente no recibe el espíritu de adopción, entonces ese lugar lo toma el espíritu de miedo o de esclavitud.
El miedo nos inhabilita, nos paraliza, no nos deja avanzar, esclaviza nuestras emociones, nuestra voluntad y nuestra mente. Las personas esclavizadas por el miedo, no pueden avanzar en el ministerio ni en los negocios, no pueden tener relaciones cercanas y son esclavas de la vergüenza. La timidez no les permite ser las personas que realmente son.
Viven esclavas del pasado, de las heridas, de los malos pensamientos y de los viejos patrones de conducta; se encuentran estancadas y cada vez que quieren lograr algo en la vida, el miedo no las deja avanzar.
10. El miedo coloca lazo.
En el idioma hebreo, la palabra lazo es una especie de anillo o anzuelo que se coloca en la nariz de un animal, al cual se le ata una cuerda, y es usado para controlarlo con facilidad. Entonces puede ser dominado hasta por un niño. En algunos países de medio oriente, este método aún es usado para domesticar animales.
El enemigo hace exactamente lo mismo para infundirle miedo a la gente: coloca un anillo o lazo en la mente de las personas para que no puedan actuar frente a los desafíos de la vida; de esa forma las gobierna, domina y controla, conforme a su perversa voluntad. Muchas personas, en este mismo momento, permanecen enlazadas a un anillo o anzuelo, que no les permite actuar en las áreas: familiar, económica, profesional, ministerial y en sus dones. El enemigo hace huir a unas y mantiene paralizadas por el miedo o temor a otras. Mientras no logren romper ese lazo, las personas nunca avanzarán en las áreas espiritual, física ni emocional.
Sobre el tema podemos sacar en conclusión ciertos puntos importantes:
● Lo que el hombre teme, eso le viene.
● El miedo o temor es lo opuesto de la fe; incluso podemos decir que miedo es tener fe en lo que el enemigo puede hacer.
● El miedo o temor hace que la gente desfallezca y mienta. Es el arma que el enemigo usa para detener la visión de Dios en su vida.
● El miedo o temor nos hace ver cosas que no son reales. Todo lo que produce el miedo en la mente de los hombres no es real.
● El miedo o temor hace que los dones se apaguen; conlleva castigo y no permite que el creyente reciba el espíritu de adopción.
● El miedo o temor te hace huir y te frena de actuar en la vida.
● La meta final del miedo es esclavizar a las personas, física, emocional y espiritualmente.
PARTE 3 |
Venciendo el Miedo PARTE 2
Reviewed by jireth
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marzo 25, 2020
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